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¿Qué es el autoconsumo doméstico y cómo funciona?

El autoconsumo doméstico consiste en producir electricidad en nuestro propio hogar a través de una instalación que sea capaz de generar energía. Actualmente, las nuevas soluciones de autoconsumo doméstico aprovechan fuentes renovables, como por ejemplo el sol.

Hace unos años, algo así hubiera sonado a ciencia ficción, pero cada día estamos más preparados para hacerlo realidad de modo responsable, sostenible y generalizado.

Por eso, te contamos todo lo que debes saber sobre el autoconsumo doméstico: cómo iniciarse en él, cómo funciona y muchas cosas más.

¿Cómo iniciarse en el autoconsumo doméstico?

La forma recomendada es realizando un proyecto personalizado por parte de un instalador autorizado. De esta manera, nos aseguraremos de que un experto tiene en cuenta todo lo importante para que la instalación de autoconsumo doméstico cubra nuestras necesidades.

En ese proyecto, se considerarán, entre otros, los siguientes puntos:

  • La zona climática en la que estemos.
  • La orientación de nuestro hogar y los mejores lugares para la instalación de autoconsumo doméstico.
  • Nuestro consumo de energía y la potencia contratada que necesitamos.
  • Las necesidades de almacenamiento (baterías) y conexión a la red.
  • Cálculos de cuánto nos podemos ahorrar y en cuanto tiempo recuperaremos la inversión en autoconsumo.

Existen también kits para iniciarnos nosotros mismos, sin embargo, no nos parecen recomendables. El autoconsumo ideal siempre es personalizado en base a las necesidades propias.

¿Qué trámites se requieren para iniciarse en el autoconsumo doméstico?

Cada vez menos, desde la abolición del «Impuesto al sol». Algunos de estos requisitos son a nivel de comunidad autónoma y otros dependen del ayuntamiento. Por eso, los trámites van a variar según dónde vivamos exactamente. Sin embargo, es cierto que algunos son cada vez más sencillos y otros son automáticos.

En general, los pasos administrativos serían:

  • Diseño de la instalación, que hace el instalador autorizado.
  • Licencia de obras y permiso de conexión a la red si procede. Lo primero concierne al ayuntamiento, lo segundo puede no ser necesario si no volcamos energía  a dicha red.
  • Autorizaciones ambientales y de construcción. De eso se encarga la comunidad autónoma, pero en algunos casos estaremos exentos.
  • Certificación e inspección de la instalación. Que hacen el instalador y la comunidad autónoma respectivamente.
  • Inscripción en el registro autonómico de autoconsumo. Que suele ser automático.

Puede haber algún trámite adicional o que cambie algo de un lugar a otro pero, aunque parezcan bastantes, se están simplificando. Algunos son automáticos y otros pueden no ser necesarios, con lo que todo es más fácil de lo que parece.

¿Cómo funciona una instalación de autoconsumo doméstico y qué elementos suele incluir?

Ahora mismo, las instalaciones de autoconsumo son en su gran mayoría solares, por ser esta la renovable más flexible y sencilla para generar energía a escala doméstica.

Para entender cómo funciona una instalación de autoconsumo doméstico solar, debemos conocer sus partes y qué hace cada una. Así, tendremos:

  • Placas solares fotovoltaicas (con sus soportes y cableados). Son las que captan la energía del sol y la convierten en electricidad. El número de placas que necesitemos dependerá de la cantidad de sol que tengamos. Cuanto menos haya, más placas precisaremos para generar la misma potencia. Suelen suponer alrededor de la mitad del coste de la instalación. En el caso de ser una instalación minieólica, hablaríamos de unos pequeños molinos.
  • El inversor con sus conectores. La parte más importante en caso de que no estemos aislamos de la red eléctrica general, porque es la que conecta instalación y red. El inversor también convierte la corriente continua de las placas en alterna que podamos usar. Además, controla la generación y el consumo. La tensión del inversor es un poco mayor que la de la red, de modo que da prioridad al autoconsumo solar. En caso de necesitar más energía, el inversor coge la necesaria de la red eléctrica.
  • Elementos de seguridad y protecciones. Necesarios para que todo funcione sin problemas. Suele incluir fusibles para la corriente continua, un interruptor magnetotérmico y un diferencial para la corriente alterna, además de una puesta a tierra.
  • Baterías. Si es que necesitamos almacenar energía. Por la noche no da el sol, así que deberemos acudir a las baterías. Si estamos conectados a la red eléctrica, podemos no tenerlas y, simplemente, consumir de dicha red cuando no haya sol.

En general, estos son los grandes componentes de una instalación de autoconsumo doméstico y cómo funciona cada uno, aunque puede haber otros, como acumuladores, etc.

El coste total es muy variable, desde unos 4.000 euros hasta más de 15.000, dependiendo de nuestras necesidades. Tengamos en cuenta que no es lo mismo una casa unifamiliar de cinco personas que un piso en el que viva una sola.

En definitiva, el autoconsumo doméstico es ya una realidad. De hecho, puede ser tan importante que en el futuro cercano cambie por completo la manera en la que generamos y consumimos energía.

Contáctanos para pasarte a una energía que, afortunadamente, será más limpia y respetuosa con el medio ambiente.

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